El 7 de Febrero la izquierda abertzale presentó un nuevo proyecto político con el que manifiesta su rechazo expreso al uso de la violencia, incluyendo la de ETA. Desde entonces, la posibilidad de que esta formación política concurra a las elecciones de Mayo, ocho años después de que Batasuna fuera ilegalizada, centra el debate político español. Que esta opción se materialice podría ser fundamental para que el proceso de paz finalice exitosamente.
Sortu es el nombre que la izquierda abertzale (patriota) ha elegido para bautizar al nuevo proyecto político que se anunció hace dos semanas y con el cual pretende concurrir a las elecciones autonómicas y municipales del 22 de Mayo. Sortu es un término vasco que significa nacer o surgir. El nombre elegido es toda una declaración de intenciones en si mismo, dando a entender que estamos asistiendo al nacimiento de una nueva realidad política en Euskadi. Pero, a pesar de que parece que estamos más cerca que nunca de generar un escenario político vasco sin presencia de la violencia, aún quedan muchas trabas que sortear.
El pasado 5 de Septiembre ETA (Euskadi Ta Askatasuna – Euskadi Y Libertad) anunciaba el cese unilateral de las “acciones armadas ofensivas” y el 10 de Enero decretaba un alto el fuego “permanente, general y verificable”. Así comenzaba a vislumbrarse la posibilidad de la paz definitiva. Desde entonces, diferentes voces del entorno de la ilegalizada Batasuna (Unidad) anunciaban que este proceso de paz era un camino sin retorno. Y lo reafirmaba Rufi Etxeberría el pasado día 7 durante la presentación del nuevo partido político, cuando manifestaba que “la izquierda abertzale rechaza y se opone al uso de la violencia o la amenaza de su utilización para el logro de objetivos políticos, y eso incluye la violencia de ETA”.
Este claro desmarque de la violencia se confirma en el contenido de los estatutos que Sortu ha presentado ante el Ministerio del Interior para su registro como partido político. En ellos, hasta en 9 ocasiones declara su oposición a la violencia, incluyendo varias alusiones textuales a ETA, se apuesta por el uso exclusivo de las vías políticas y democráticas y se muestra favorable al reconocimiento y reparación de todas las víctimas del terrorismo.
Asimismo, puntualizan que Sortu supone una ruptura con proyectos políticos del pasado, queriendo romper toda línea de continuidad con Batasuna. En este sentido, los promotores elegidos para iniciar la andadura de Sortu no tienen ninguna vinculación en el pasado ni con ETA ni con Batasuna. Entre ellos destacan su portavoz Iñaki Zabaleta, Catedrático de Periodismo de la Universidad del País Vasco, y su Secretaria General Maider Etxebarría, Doctora en Geología.
Así las cosas, parece que la nueva marca de la izquierda abertzale cumple con escrupulosidad con la ley de partidos. Pero gobierno central y vasco, partidos de la oposición, víctimas del terrorismo y, en definitiva, el conjunto de la sociedad española, se han embarcado en un debate que en muchos casos se desvía hacia el grado de sinceridad y la verdadera intencionalidad de Sortu, lo cual difícilmente puede someterse a valoración jurídica.
En todo caso, Sortu no es la única opción. Así lo aseguraba el dirigente abertzale Txelui Moreno el pasado día 16 cuando afirmaba que “independientemente de que Sortu esté o no esté, la izquierda abertzale estará en las elecciones”. De esta manera las miradas comienzan a dirigirse hacia el proceso de elaboración del Herri Programa (Programa Popular), de dónde podrían surgir candidaturas adaptadas a cada circunscripción electoral. Otra posibilidad es la confluencia de Sortu con los partidos legales Eusko Alkartasuna (Solidaridad Vasca) y Alternatiba (escisión vasca de Izquierda Unida) en una marca electoral construida sobre el acuerdo ya existente entre las tres fuerzas políticas denominado Euskal Herria Ezkerretik (País Vasco desde la Izquierda).
LAS REACCIONES DEL ARCO POLÍTICO
Desde diferentes ámbitos del gobierno y del Partido Socialista se manifiesta una contenida satisfacción por el nuevo rumbo de la izquierda abertzale, aunque escasas son las voces que expresan una decidida voluntad favorable a la legalización de Sortu. De momento, el Ministerio del Interior, dirigido por el Vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, enviaba el día 16 a la Fiscalía General y a la Abogacía del Estado la solicitud de registro como partido de Sortu y los informes policiales al respecto, para recurrir su inscripción ante el Tribunal Supremo considerando que “es una continuación de la ilegalizada Batasuna” y que se ha creado “bajo control directo de ETA”. A la decisión de este tribunal se ha remitido el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en sus escasas declaraciones sobre el tema. De esta manera, el gobierno pone la decisión en manos de la justicia evitando, por ahora, tomar una postura inequívoca.
Desde la organización vasca del Partido Socialista, así como desde el gobierno autónomo vasco que ostentan, llegan las voces más optimistas. El Lehendakari (Presidente vasco) Patxi López ha manifestado que la legalización de Sortu “sería una buena noticia” ya que esto demostraría que se cumple con los requisitos democráticos exigidos. Más lejos llega el Presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, declarando que “el lunes (7 de Febrero) fue el primer día de la paz en Euskadi”.
Otras posturas claramente favorables a la legalización han sido manifestadas desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Izquierda Unida (IU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Y en apoyo a la legalización de Sortu el lunes pasado llegaba a España el sudafricano Brian Currin, encabezando una delegación del Grupo Internacional de Contacto (GIC) que pretende “animar y asistir a los partidos en el desarrollo de una agenda para el diálogo político”.
La oposición conservadora no se ha hecho esperar y rápidamente ha manifestado su absoluta oposición a la posibilidad de que Sortu se convierta en un partido legal. Hasta tal punto llega su oposición que Ana Mato, Vicesecretaria de Organización del Partido Popular (PP), ha amenazado con la ruptura del acuerdo existente entre los dos grandes partidos y que sostiene al gobierno de Euskadi. Para Mato “ETA está intentado colarse en las listas municipales (…) y no debemos caer en la trampa”.
En el mismo sentido se ha manifestado Ángeles Pedraza, Presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), señalando que “la izquierda abertzale es Batasuna, y Batasuna es ETA, (…) asesinos y colaboradores no pueden estar en las instituciones”.
ZAPATERO EN LA ENCRUCIJADA
Parece más que evidente que estamos ante un “check point” que, de no rebasarse, podría hacer fracasar el proceso de paz. La legalización de Sortu y su presencia en las elecciones del 22 de Mayo, puede ser lo que determine el avance hacia el fin definitivo de la lucha armada por parte de ETA. El mantener en la ilegalidad un espacio político que representa a unas 200000 personas (el 15% del electorado vasco que votaba a Batasuna hasta su ilegalización) supondría un déficit democrático y el argumento perfecto para quienes sigan apostando por la estrategia armada. El empuje social que la izquierda abertzale atesora ha quedado evidenciado en la marcha silenciosa que el sábado tuvo lugar en Bilbao. Bajo el lema “bakerantz, legalizazioa” (hacia la paz, legalización) más de 40000 personas exigieron la legalización de Sortu. En el comunicado final, los organizadores solicitaron que “el alto el fuego de ETA se convierta en definitivo”.
No sería responsable obviar el desmarque que la izquierda abertzale ha hecho con respecto de ETA desde hace año y medio, ni sus peticiones para que la organización armada avance por el camino de la paz. A este punto se ha llegado a partir de que “la izquierda abertzale ha desarrollado un debate de un calado histórico”, señalaba Rufi Etxeberría, que la ha llevado a adoptar la actual postura de rechazo a la violencia. Un debate en el que existieron posturas contrarias a esta nueva fase y que podrían reforzarse ante una eventual ilegalización de Sortu. Y tampoco se deberían eludir las informaciones que señalan un avance de las posiciones favorables al abandono definitivo de las armas en el seno de la propia ETA, que hoy serían mayoritarias en la organización terrorista, y que estarían encabezadas por el histórico dirigente Josu Urrutikoetxea, más conocido como “Josu Ternera”.
Por otra parte, el gobierno anda con pies de plomo. El fracaso del anterior proceso de paz, que saltó por los aires con el atentado en el aeropuerto de Barajas en diciembre de 2006, le supuso un desgaste político tan acusado que hoy le lleva a negar la existencia, actual o futura, de ningún tipo de negociación con ETA. Por tanto, aseguran que no hay otra posibilidad que el anuncio de disolución y entrega de armas por parte de la banda armada.
A pesar de todo, la oportunidad histórica ante la que se encuentra el gobierno español es difícilmente desaprovechable. Al margen de que pueda considerarse prematura la apertura de un proceso visible y que, por el momento, se adopte una posición de firmeza, no es descartable que en ciertas instancias del Estado la comunicación con ETA se esté dando. La legalización o no de Sortu puede arrojar luz sobre esta posibilidad.
Así como los costes políticos de un fracaso serían enormes, también enormes serían los beneficios de un éxito que se ha resistido a todos los gobiernos desde el fin de la dictadura de Franco. Y, hoy por hoy, a poco más de un año para las elecciones generales, los sondeos auguran una clara victoria de la oposición conservadora que rozaría la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. El coste político de la crisis y de los recortes sociales del gobierno de Zapatero podría ser recuperable con el fin definitivo de la violencia de ETA. Una baza arriesgada pero que quizás el gobierno ya esté jugando.
LOS PROYECTOS POLÍTICOS DE LA IZQUIERDA ABERTZALE TRAS LA DICTADURA:
-Herri Batasuna (Unidad Popular): Coalición de partidos surgida en 1978 que en 2001 se refunda en Batasuna.
-Euskal Herritarrok (Ciudadanos Vascos): Coalición electoral en la que participa Herri Batasuna a partir de 1998 e ilegalizada en 2003.
-Batasuna (Unidad): Partido político fundado en 2001 e ilegalizado en 2003.
-Sozialista Abertzaleak (Patriotas Socialistas): Nombre del grupo parlamentario de los diputados de Euskal Herritarrok en el parlamento vasco.
-Autodeterminaziorako Bilgunea (Punto de Encuentro para la Autodeterminación): Plataforma electoral creada en 2003 e ilegalizada ese mismo año.
-Herritarren Zerrenda (Lista de Conciudadanos): Agrupación de electores surgida en 2004 e ilegalizada ese mismo año.
-Aukera Guztiak (Todas las Opciones): Agrupación electoral creada en 2005 e ilegalizada ese mismo año.
-Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista (Partido Comunista de las Tierras Vascas): Partido político fundado en 2002 cuando se escindió de Batasuna. En 2005 se ofrece para representar a los votantes de Batasuna. Ilegalizado en 2008.
-Abertzale Sozialisten Batasuna (Unidad de Socialistas Patriotas): Partido político fundado en 2007 e ilegalizado ese mismo año.
-Abertzale Sozialistak (Socialistas Patriotas): Agrupación electoral surgida en 2007 e ilegalizada ese mismo año.
-Eusko Abertzale Ekintza (Acción Nacionalista Vasca): Partido político fundado en 1930, reactivado en 2002 e ilegalizado en 2008.
-Demokrazia Hiru Milioi (Democracia Tres Millones): Plataforma electoral surgida en 2009 e ilegalizada ese mismo año.
-Askatasuna (Libertad): Partido político fundado en 1998 e ilegalizado en 2009.
-Sortu (Nacer): Partido político fundado en 2011.