viernes, 28 de junio de 2013

Gijón aclama a su "Jefe" Bruce Springsteen


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El verano no acababa de instalarse en nuestra ciudad y lo ha hecho de la mano de Bruce Springsteen. El Jefe recaló por tercera vez en Gijón con todo su poderío para convertir El Molinón en el epicentro mundial del rock durante una noche. Tal es la fuerza que desprende el Boss que no sólo los que nos dimos cita en el césped del coliseo gijonés pudimos disfrutar de él. Varios cientos de personas siguieron su música desde los exteriores del estadio e incluso en muchos puntos de la ciudad se podían distinguir los acordes del músico de New Jersey.

El día ya amaneció con aires de fiesta que iban contagiándose poco a poco con el transcurrir de las horas. Llegaron a su punto más álgido cuando la nonagenaria mamá Springsteen tomó su asiento en la Tribunona y, finalmente, estallaron en un torrente de alegría cuando el protagonista de la noche irrumpió en el escenario y dijo: “¡Buenas noches, Gijón!”. Sin más preámbulo, el Boss y su magnífica E Street Band comenzaron a desgranar temas, partiendo con los potentes “My Love Will Not Let You Down” y “Out In The Street”.

A partir de ese momento, comenzó el otro espectáculo del que hace gala el bueno de Springsteen durante todas sus actuaciones: su carisma, su simpatía y su humanidad. El siguiente tema, “Better Days”, y otros muchos que vinieron después, fueron su respuesta a las innumerables peticiones que se hacían desde la primeras filas, donde se encontraban sus más incondicionales seguidores. Con ellos compartió risas, abrazos y bromas. A ellos les regaló una cercanía con la que se le ve disfrutar como si de un tipo del barrio se tratara. Una cercanía que llevó al escenario donde compartió minutos con dos niños para cantar “Waitin’ On A Sunny Day” y refrescarse en lo que estaba siendo una noche de derroche físico. Y también fueron dos las seguidoras que bailaron e incluso cantaron con Bruce.

Tres horas y media de rock’n’roll que dieron para muchos, muchísimos temas. En El Molinón se pudo escuchar “Ain’t Good Enough For You”, “Wrecking Ball” (que da título a su último álbum),  “The River”, “Dancing In the Dark”, “Atlantic City”, “Badlands”, “Jake Of All Trades”, “Rosalita” y muchas otras, incluyendo homenajes a The Beatles y a la Creedence Clearwater Revival. Sin olvidar, por supuesto, las imprescindibles “Born To Run” y “Born In The USA”.

Extasiados nos quedamos todos los allí presentes con la interpretación de “Because The Night”, en la que el pequeño y achisterado Nils Lofgren interpretó un magistral solo de guitarra de 4 minutos que a más de uno (incluido un servidor) dejó con la boca abierta. Un alarde de técnica a la guitarra que le hizo crecer en el escenario, llegando al tercer puesto en la escala de protagonismo tras el Jefe y su carismático escudero, Steve Van Zandt.

En ese momento, la alegría desbordada que se sentía en El Molinón ya alcanzaba a toda la ciudad y se trasladaba a las redes sociales, en las que se podían ver multitud de comentarios alusivos a la especialísima noche que se estaba viviendo. “¡Madre mía! ¡Estoy escuchando al Boss desde la ventana y se escucha genial! Debe estar Gijón inundado por su música, su voz, y todas las voces, aplausos y silbidos de los que están allí... Hoy nuestro Gijón está de suerte”, comentaba algún internauta.

El momento más nostálgico se vivió con el homenaje a los desaparecidos Danny Federici y, especialmente, Clarence Clemons, el imponente saxofonista que falleciera hace ahora dos años. Ambos estuvieron presentes en las pantallas de El Molinón y siempre lo estarán en la música de Bruce y de la E Street Band.

El compromiso social que siempre ha caracterizado a Bruce Springsteen, que parte de sus orígenes obreros en la industrial New Jersey y que traslada a muchas de sus letras, también quedó patente ayer noche cuando leyó en castellano el mensaje que tenía preparado: “Corren malos tiempos en América, en España y en Gijón. Esta canción se la dedicamos a la esperanza en tiempos mejores. Y a los pobres. Y a Proyecto Hombre”.

Superada la una de la mañana y tras despedir a la E Street Band, el Jefe se quedó “desnudo” sobre el escenario, acompañado únicamente de su guitarra y su armónica para interpretar “Thunder Road” y poner punto y ¿seguido? a su relación con nuestra ciudad. 1993, 2003, 2013… The Boss ha vuelto a acudir puntual a su cita de cada década con Gijón. Esperemos que no sea la última y que no se demore otra larga decena de años. Ayer quedó demostrado que Gijón siempre recibirá con los brazos abiertos a su Jefe.