martes, 24 de septiembre de 2013

Los Suaves y Rosendo conquistan en San Mateo



Éxito total. No puede calificarse de otra manera la noche de rock nacional que ayer se vivió en la carpa de La Ería. Oviedo acogió a dos leyendas vivas del rock duro estatal (Rosendo y Los Suaves) junto con la renacida banda asturiana La Destilería, que ha venido para quedarse desde los años 90. Con este cartel, más un sonido que ayer sí sonó a gran nivel y unos precios asequibles (5€ anticipada, 7€ en taquilla) que son de agradecer con la que está cayendo, todo hacía presagiar la grandísima noche que afectivamente fue.

La Destilería se encargó de “abrir fuego”, como dijo Fredy Kostia, y lo hizo demostrando que están de nuevo sobre el escenario para dar mucho que hablar… otra vez. Nos presentaron varios de los temas que compondrán su nuevo álbum “La Fuga Y La Furia”, junto con clásicos del “Cree O Muere”. “Secta”, “¿Quién Ha Matado Al Presidente?” o “Vendetta” (intro de El Padrino incluida a cargo del bajista Roberto Castro) hicieron las delicias de los que fuimos veinteañeros durante los 90. Pero también los nuevos temas auguran un gran álbum cuyo máximo exponente es “Afila Tus Cuchillos”. En definitiva, difícilmente se podría haber encontrado una mejor forma de abrir la noche para dar paso a los gigantes del rock que estaban por llegar.

Poco antes de que el genio de Carabanchel apareciera sobre las tablas, su nombre ya era coreado por el público que lo esperaba expectante. Algo que se mantuvo constante a lo largo de las más de 20 canciones que interpretó. Que a Rosendo se le quiere y mucho en estas tierras quedó muy patente. Con una presentación muy sobria, sin estridencia alguna y casi pareciera que con cierto nivel de timidez, el madrileño fue cociendo a fuego lento un concierto que encandiló al público. Con profesionalidad al límite, perfecta ejecución, cierta dosis de virtuosismo y la muy buena compañía de Rafa J. Vegas y Mariano Montero, repasó sus grandes éxitos, dando también lugar a temas del que será su nuevo álbum y al recuerdo de los míticos Leño.

Rosendo estrenó su paso por Oviedo con “¿A Dónde Va El Finado?” y “Listos para la Reconversión”, que fueron recibidas con gran ovación, para luego pasar a interpretar la divertidísima “Cosita”, poniendo una sonrisa en las caras de los presentes recordando las andanzas de la prima Elena. Con “Vergüenza Torera” y “Al Lodo Brillo” presentó un adelanto del nuevo trabajo, para luego seguir desgranando temas, destacando la mirada atrás hacia Leño con “¡Qué Desilusión!”, muy celebrada entre el público.

Poco a poco, tema a tema, se iba acercando el grandioso final. El legendario “Flojos de Pantalón” acercó al público al éxtasis. Tras “Pan De Higo”, el de Carabanchel se despidió sinceramente “Agradecido” por la entrega y el cariño de los allí congregados. Pero la cosa no se quedó ahí y Rosendo tuvo que volver para ya sí concluir con “… Y Dale!”, “Navegando” y un nuevo guiño a Leño con “Maneras de Vivir” que volvió a extasiar en La Ería.

Ayer, Rosendo volvió a demostrar que sigue con mucha fuerza y que aún dará guerra durante muchos años. Pero estaba claro que los protagonistas máximos de la noche eran Los Suaves y, poco antes de salir a escena, la carpa de La Ería rozaba el lleno. Como viene siendo habitual, los Yosi, Charlie, Cereijo y demás, irrumpieron sobre el escenario con la fuerza del “Preparados Para El Rock’n’Roll”. Y sí, allí todo el mundo estaba preparado. Ya sabemos lo que ocurre en cada concierto de los orensanos y esta vez no fue menos. El público cantó hasta la extenuación todas y cada una de las canciones que ofrecieron. Y es que cada vez es más difícil catalogar uno de sus temas con una etiqueta diferente a la de clásico. Tras “Cuando Los Sueños Se Van”, “Palabras Para Julia” y “Maldita Sea Mi Suerte”, Yosi se dirigió a alguien de primera fila del público para ordenarle: “coge de la mano a tu chica y dile lo que yo no fui capaz de decirle a una chica hace mucho tiempo”. Así dio paso a “Si Pudiera”.

Y siguieron cayendo temas. Y el público siguió cantando. Y Yosi siguió dando el espectáculo al que nos tiene habituados, afortunadamente ayudado por una buena sonorización que facilitó su trabajo. “Por Una Vez En La Vida”, “Viajando Al Fin De La Noche”… y tras las aclamadísimas “Pardao” y “Malas Noticias”, Yosi presentó la que calificó como “la canción más triste”: “Cuando La Música Termina”. Alguien a mi lado le replicó: “Pero Yosi, ¿qué canción tuya no es triste?”

Con “Dulce Castigo” y la legendaria “Dolores Se Llamaba Lola”, con la que Yosi nos recordó que “una canción no es canción hasta que la canta el pueblo”, el gato negro se despidió convocándonos a tomar algo en las fiestas de la capital. Pero no tardaron en volver con un bis en el que interpretaron “San Francisco Express”, “El Afilador”, la perfecta despedida del “Ya Nos Vamos” (presentada con un Puxa Asturies) y una absolutamente brutal interpretación de “La Noche Se Muere”. No es ninguna noticia decir que Alberto Cereijo es uno de los más grandes guitarras que ha parido este país y ayer lo volvió a demostrar. Lo hizo durante toda la actuación pero, especialmente, en su punto final.

El telón se bajó en torno a la 1 de la mañana y el satisfecho público comenzó a abandonar la carpa de La Ería. Los comentarios de los asistentes revelaban voces rotas por el esfuerzo de acompañar a Yosi en la interpretación de los temas. Mucho tiempo se lleva especulando sobre el final de Los Suaves pero ayer Yosi aseguró que “volverían”. Esperemos que sea así, que sea pronto y que sea en alguna otra festividad local en la que el rock tenga cabida.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Helloween en Asturies, San Mateo de metal



Las fiestas de San Mateo de la capital asturiana tuvieron ayer su noche más heavy y Gijón Rock City amplío su radio de acción para contároslo. Porque el paso por nuestra tierra de una banda tan mítica como los alemanes Helloween no puede ser obviado por nuestra parte.

La noche empezó más que bien con dos bandas que fueron caldeando el ambiente. Los ovetenses Get In Tribal supieron atraer la atención de muchos de los allí congregados, a pesar de tener un estilo un tanto discordante con el resto de los que posteriormente desfilarían por el escenario. Ayer nos presentaron gran parte de lo que será su primer disco, haciendo las delicias de los amantes del hardcore.

Tras ellos, los catalanes Döria, con un heavy metal de factura clásica, hicieron un concierto muy meritorio, en el que brillaron especialmente su vocalista Martí Dòria y el guitarra Víctor Vázquez. Creo que todos los que pudimos disfrutar de su actuación volveremos a escuchar atentamente su primer trabajo “Despertar” y esperaremos ansiosos lo que será el segundo, “Golpea Otra Vez”. En mi han encontrado un nuevo fan.

En torno a las diez y media de la noche salieron al escenario los esperados Helloween, que fueron recibidos con una sonora aclamación de la algo más de media entrada que reunieron en la carpa de La Ería, en los aledaños del estadio Carlos Tartiere. Andi Deris, Marcus Grosskopf, Michael Weikath y compañía salieron sin contemplaciones para elevar al máximo el ánimo del público con dos temazos como son su himno “Eagles Fly Free” y el single de su último álbum “Nabataea”.

Durante la algo más de hora y media que estuvieron sobre el escenario, desgranaron gran parte de su nuevo trabajo “Straight Out Of Hell”, escogiendo muy bien los temas que están ofreciendo en directo. Además del single y del tema que da título al álbum, ayer pudimos disfrutar de “Waiting For The Thunder”, la balada “Hold Me In Yours Arms” y un “Live Now!” con el que Deris jugó con el público, organizando una competición de decibelios entre sectores del recinto.

Un par de momentos especiales se vivieron durante la ejecución de “If I Could Fly”, uno de los temas más grandes de la etapa de Deris al frente de Helloween, y en el solo de batería de Dani Löble. Deris derrochó simpatía y buen rollo, interactuando con el público constantemente, al que siempre se dirigió en un fluido castellano, mostrando un dominio de lenguas que seguramente envidiará alguna que otra ilustre regidora de sueños olímpicos.

En la carpa de La Ería también sonaron “Still We Go”, “Steel Tormentor”, “Power”… hasta llegar al clímax con dos bises que volvieron a mostrar el peso de los “Keepers” en la historia de la banda de las calabazas. Con “Dr. Stein”, “Future World” y, cómo no, “I Want Out”, se llegó a un gran final de fiesta con un público totalmente entregado y agradecido al buen hacer de los alemanes sobre las tablas.

Hay que decir que la noche tenía potencial para ser aún más grandiosa de lo que finalmente fue, pero sufrió el lastre de un sonido que se revelaba deficiente cuando los temas adquirían mayor potencia y complejidad instrumental. En ocasiones, era complicado escuchar la voz de Andi Deris, un vocalista que considero mejor de lo que habitualmente dicen las críticas y sobre el que parece que aún sigue pesando la larga sombra de Michael Kiske, dos décadas después de haberlo sustituido. Ayer, los elementos no le dejaron demostrar todo lo que realmente puede dar a nivel vocal.

A pesar de estos problemas, hay que congratularse de que el metal esté adquiriendo relevancia en las fiestas de San Mateo y sirva para irradiar rock a las festividades de toda Asturias. Cuando esto sea así y, sobre todo, cuando venga avalado por artistas de la talla de Helloween, Gijón Rock City estará allí para contároslo.