miércoles, 29 de febrero de 2012

Calendario Convulso en la España de Rajoy

Las duras medidas que está adoptando el gobierno de Mariano Rajoy han acabado con la paz social en España. Las polémicas imágenes de las protestas estudiantiles de Valencia pueden ser sólo el principio de una fase de altísima conflictividad social, cuyo punto álgido se alcanzaría en una probable huelga general.



Las movilizaciones sindicales del pasado día 19 contra la reforma del mercado laboral y las protestas estudiantiles de Valencia contra los recortes presupuestarios en materia educativa, parecen señalar el punto y final a la paz social en España. Las decisiones adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy en poco más de dos meses de gobierno, están poniendo en pie de guerra a diversos sectores de la sociedad española, ante lo que consideran un ataque al Estado de Bienestar y un pliegue incondicional a los dictados de los mercados y de una Unión Europea bajo liderazgo alemán.

Los próximos meses supondrán un recrudecimiento del pulso entre la calle y el gobierno, en un intento de poner freno a las políticas de recortes y desregularización, por parte de la primera, y en la búsqueda de frenar los ataques especulativos de los mercados financieros y de contentar a las instituciones europeas, por parte del segundo.

El próximo choque tendrá lugar mañana mismo en el marco de la Jornada de Acción Europea sindical, que sacará a la calle a trabajadores de toda Europa “por el empleo y en defensa de los servicios públicos”, tal y como reza la convocatoria. En España se convertirá en un nuevo test ante la posibilidad de un llamamiento a la  huelga general, que está siendo valorado por las centrales sindicales tras la dura reforma del mercado laboral.

A esta convocatoria está previsto que se unan las organizaciones estudiantiles que, tras las polémicas actuaciones policiales durante las protestas de Valencia, amenazan con extender el conflicto al conjunto del Estado. El movimiento estudiantil español ya ha comenzado su propio proceso movilizador, no sólo debido a los recortes presupuestarios que en materia educativa están realizando diversos gobiernos autonómicos, sino también a modo de preparación ante las anunciadas reformas educativas que se prevén también polémicas.

MARZO: REIVINDICACIONES FEMINISTAS, ELECCIONES Y PRESUPUESTOS DEL ESTADO

El 8 de Marzo, Día de la Mujer Trabajadora, será el turno de las organizaciones feministas, que alzarán su voz en rechazo de la anunciada reforma de la ley del aborto. El Ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, ya anunció que pondría fin a la actual legislación, que establece el aborto libre hasta las 14 semanas, para volver a una ley despenalizadora en determinados supuestos. A esto habrá que sumar, nuevamente, las protestas por los recortes en las políticas de igualdad.

A finales de Marzo, el gobierno afrontará un test electoral parcial que puede suponer un nuevo espaldarazo a sus políticas. El día 25 Andalucía y Asturias afrontarán procesos electorales para renovar sus gobiernos autonómicos. Andalucía en cumplimiento de su calendario electoral normal y Asturias anticipadamente ante la situación de ingobernabilidad que vive la región tras las elecciones del pasado Mayo.

Andalucía, la región más poblada del país, es el último bastión de poder con mayoría absoluta del Partido Socialista, pero se da por segura la victoria del Partido Popular. Lo que está por determinar es si esta victoria se da de forma arrolladora, como apuntan los sondeos, o si los conservadores comienzan a sufrir el desgaste de su acción de gobierno en Moncloa.

Muy diferente es el panorama en Asturias. Allí los conservadores han vivido una dura crisis interna que ha llevado a Francisco Álvarez-Cascos, antiguo hombre fuerte de los gobiernos de José María Aznar, a crear una nueva fuerza política de índole regionalista que obtuvo una victoria pírrica en las elecciones de Mayo. La debilidad de su gobierno ha obligado a convocar unas nuevas elecciones en las que la división de la derecha conservadora puede devolver el gobierno a los socialistas. De esta manera, Asturias podría convertirse en el único nicho de poder territorial del PSOE, a excepción del País Vasco, dónde los socialistas gobiernan gracias al apoyo de los populares en un pacto antinacionalista.

El día 29 las protestas contra la reforma laboral tendrán un nuevo episodio en el País Vasco, Navarra y Galicia, dónde los sindicatos nacionalistas han llamado a la huelga general. Así, una vez más, se visualizan sus históricas discrepancias con los sindicatos de ámbito estatal.

Pero todo apunta a que la fecha más crítica para Mariano Rajoy será el 30 de Marzo, día en el que ha anunciado que presentará los Presupuestos Generales del Estado. Se esperan unos presupuestos con uno los mayores recortes de la historia de España y, por ello, la oposición ha acusado a los populares de retrasar su presentación para no perjudicar sus expectativas electorales en Andalucía y Asturias. Esto ha sido así a pesar de que incluso la Comisión Europea ha solicitado insistentemente su pronta presentación.

La exigencia de la Unión Europea de cumplir con los objetivos de déficit público, que deberá pasar del 8’51% del PIB en 2011 al 4’4% en 2012, hace barajar un ajuste presupuestario superior a los 40.000 millones de euros. Según palabras del propio Mariano Rajoy "menos las pensiones, el resto de las partidas se pueden tocar". Así las cosas, un fuerte recorte del gasto social, reducción en materia de personal, privatización de empresas públicas y subida del IVA y otros impuestos son algunas de las medidas que se especula que el gobierno podría contemplar. Gran preocupación genera la posibilidad de que incluso las ayudas al desempleo se vean afectadas, en un momento de altísimos niveles de desocupación en el país.

ABRIL-MAYO: REIVINDICACIÓN REPUBLICANA Y HUELGA GENERAL

Se espera que la fortísima contestación social que seguramente causarán las medidas que anuncien los Presupuestos Generales del Estado, sea el marco en el que finalmente los sindicatos se animen a convocar la esperada huelga general. Esta podría tener lugar entre mediados de Abril y principios de Mayo, fechas en las que confluiría con otro tipo de protestas.

El 14 de Abril se conmemora la proclamación de la II República Española, fecha que las organizaciones republicanas aprovechan para reivindicar el cambio de modelo de Estado. Este año se espera que sea uno de los más concurridos debido a dos factores. En primer lugar, por la condena a 11 años de inhabilitación al juez Baltasar Garzón. A pesar de que ayer se conocía la sentencia absolutoria en la causa abierta por declararse competente para investigar los crímenes de la dictadura franquista, la condena anterior anula al único juez que se decidió a poner luz sobre los crímenes contra la humanidad que se cometieron en este periodo de la historia de España, con más de 130.000 republicanos desaparecidos.

En segundo lugar, por la trama de corrupción que salpica a la familia real en la figura de Iñaki Urdangarin, esposo de la Infanta Cristina, la menor de las hijas del Rey. El escándalo, sobre el cual cada día salen nuevos y escabrosos datos, está poniendo en un serio aprieto a la monarquía, hasta hace bien poco una de las instituciones mejor valoradas por los españoles. Y podría agravarse aún más si la propia Infanta Cristina fuera imputada en el caso.

Finalmente, se llegaría a la celebración del Día de los Trabajadores en un marco de gran convulsión social. Un día que será, en función de cuando se produzca la huelga general, una fecha de continuación de la protesta o un acto más de preparación y medición de fuerzas de cara a ella.

En definitiva, el gobierno de Mariano Rajoy se enfrenta a unos  meses cruciales para su devenir. En ellos, deberá afrontar una serie de decisiones fundamentales y críticas para continuar con su agenda política, que serán fuertemente contestadas en la calle. Su capacidad de resistir el envite dará la medida de su determinación para caminar por la senda que le exige la Unión Europea. Pero, a su vez, la decidida voluntad de cumplir con las exigencias de los mercados y de unas instituciones europeas bajo liderazgo de Ángela Merkel, pueden agravar la ya muy maltrecha paz social. El ajuste duro por el que se conduce el gobierno español, hace contemplar la posibilidad de un proceso de “helenización” del conflicto, pudiendo reproducirse en España imágenes similares a las que recientemente se han podido ver en las calles de Atenas.

jueves, 16 de febrero de 2012

España: Reforma Laboral y ¿Huelga General?

El gobierno de Mariano Rajoy ha aprobado una profunda reforma del mercado laboral en busca de poner fin a la creciente destrucción de empleo que vive la economía española. La respuesta de los sindicatos ha sido rechazar frontalmente la medida y estudian la posibilidad de convocar una huelga general.



El pasado viernes, el gobierno del conservador Mariano Rajoy, aprobaba la reforma del mercado laboral en un intento de revertir la calamitosa situación del empleo en España. Los 5,3 millones de desempleados, casi una cuarta parte de la población activa y que supera el 50% entre la juventud, fueron declarados como asunto prioritario por el nuevo gobierno que tomó las riendas del país a finales del año pasado.

Para hacer frente a estos alarmantes datos, el ejecutivo de Rajoy ha aprobado la mayor transformación de las relaciones laborales que ha tenido lugar en España en los últimos 30 años. Una reforma de gran calado y muy polémica, aunque todos los agentes sociales y políticos españoles coinciden con la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en que ”marcará un antes y un después”.

NUEVO MARCO DE RELACIONES LABORALES

Los aspectos más polémicos de la nueva normativa son aquellos que afectan al despido, a la flexibilidad en la organización interna de las empresas y a la fuerza de los convenios colectivos.

En cuanto al despido, se produce una rebaja generalizada de las indemnizaciones y un incremento de los supuestos en los que se puede despedir de manera justificada. De una indemnización de 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades por despido improcedente, se pasa a 33 días y un máximo de 24 mensualidades. Y en el caso de despido procedente, cuya indemnización es de 20 días con un máximo de 12 mensualidades, ahora este podrá ser considerado así cuando la empresa acredite una caída de los ingresos durante 3 trimestres consecutivos, aun habiendo beneficios. Unos cambios que no sólo afectarán a los nuevos contratos, sino también a los que ya existían en el momento de aprobación de la nueva norma.

Muy polémico es que deberá ser el trabajador el que reclame ante la justicia cuando considere que su despido es improcedente. Según las centrales sindicales, esto supone el establecimiento de facto de la indemnización de 20 días como norma general.

Pero la facilidad para el despido no se queda ahí. La reforma fomenta el uso del contrato de formación, una modalidad exenta de indemnización, pudiéndose encadenar varios contratos siempre y cuando se acredite aspectos formativos diferentes en cada uno de ellos. Asimismo, establece una nueva modalidad contractual indefinida para empresas de menos de 50 trabajadores, que eleva a un año el periodo de prueba durante el cual el despido es totalmente libre.

Siguiendo con la profundización en la liberalización del despido, desaparece la autorización administrativa para lo que en España se conocen como Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), facilitando y abaratando así el despido colectivo de trabajadores.

También se transforma de manera radical la relación entre empresarios y trabajadores al reducir la fuerza de los convenios colectivos. A partir de ahora, las empresas en dificultades podrán incumplir su contenido. Además, aquellos convenios que lleguen al final de su periodo de vigencia y ante la ausencia de acuerdo entre empresarios y trabajadores, no podrán ser prorrogados más allá de dos años, acabándose así con la prorroga indefinida.

Por último entre los aspectos más destacables, se encuentra la flexibilización de las condiciones de trabajo a disposición del empresario. A partir de este momento, este podrá modificar horarios, jornada e incluso salario aduciendo razones de competitividad y mediante una simple notificación. La negativa del trabajador será causa de despido procedente.

Todas estas medidas se acompañan de diversas ayudas y bonificaciones al empresariado para fomentar la contratación.

EFECTOS SOBRE LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO

La pregunta que se hace la sociedad española es si esta reforma del mercado laboral creará empleo de manera inmediata. Las primeras respuestas llegan desde el propio gobierno y no parecen muy optimistas. Según el Ministro de Economía, Luis de Guindos, la reforma laboral  sólo “tendrá efectos positivos a medio plazo”. Y en el mismo sentido se manifestaba el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien aseguraba que “la reforma laboral no creará empleo por si misma”.

Los efectos inmediatos sobre la economía no parece que vayan a ser los más adecuados. Las organizaciones sindicales aseguran que no solo no creará empleo, sino que las mayores facilidades para el despido causarán un incremento del desempleo en un primer momento. Además, una reforma que generará mayor inseguridad laboral entre los trabajadores y que, probablemente, cause una bajada generalizada de los salarios y de las indemnizaciones por despido, es de esperar que contraiga aún más el consumo. De ser esto así, se estaría profundizando en el ciclo de reducción de la actividad económica y de destrucción del empleo, agravando aún más la ya muy complicada crisis.

Pero lo que es incuestionable es que esta reforma se enmarca dentro de las exigencias que la Unión Europea establece para afrontar la grave crisis económica. Una profundización neoliberal que ha sido aplaudida desde instituciones y líderes europeos. La Comisión Europea señalaba que algunos elementos “van en la buena dirección” y para Steffan Seibert, Portavoz de Ángela Merkel, la reforma “muestra la determinación” del gobierno de Mariano Rajoy.

LA PATRONAL CELEBRA, LOS SINDICATOS LAMENTAN

Los representantes del empresariado español no han dudado en mostrar su satisfacción ante el nuevo marco de relaciones laborales que se ha establecido en España. Joan Rosell, Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), aseguraba que esta reforma “nos aproxima a lo que pasa en Europa cada vez más”.

Muy diferentes han sido las valoraciones de las organizaciones sindicales, que han acogido el anuncio con gran preocupación. Para Cándido Méndez, Secretario General de la Unión General de Trabajadores (UGT), esta reforma supone “un cambio de eje de nuestro modelo de convivencia”, destruyendo derechos laborales para acrecentar el poder de la patronal. Y según Ignacio Fernández Toxo, Secretario General de Comisiones Obreras (CC.OO.), en otras circunstancias “esta reforma sería motivo de huelga general inmediata”.

En definitiva, la posibilidad de una convocatoria de huelga general en España está cada vez más presente. Incluso el propio Mariano Rajoy lo reconocía en una conversación informal con su homólogo finés, Jyrki Katainen, durante el Consejo Europeo que se celebró el día 30. Cuando aún no se conocía el texto de la medida, un micrófono captaba como el Presidente español aseguraba que la reforma “laboral me va a costar una huelga general”.

Así las cosas, los sindicatos pretenden testar los ánimos de los trabajadores españoles el próximo día 19 con marchas de protestas por toda la geografía española. La respuesta que obtengan determinará si la convocatoria de huelga general finalmente se produce. La realidad es que los dos grandes sindicatos españoles no pasan por un buen momento, siendo objeto de fuertes críticas desde cada vez más amplios sectores de los trabajadores. Estos les acusan de ser también responsables de la perdida de derechos laborales, al no defender con suficiente energía sus intereses frente al gobierno y la patronal. Esto, junto con el desánimo generalizado en el que vive la sociedad española, les obliga a calibrar muy bien la posibilidad de una llamada a la huelga general.

En todo caso, lo que parece inevitable es un incremento de la conflictividad social en España. Hasta el momento, las medidas adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy apuntan en una sola dirección, cargando sobre las espaldas de trabajadores y capas medias los costes de la crisis económica. Y todo hace pensar en que aún están siendo comedidas, para no poner en peligro la esperada victoria conservadora en las elecciones andaluzas del próximo 25 de Marzo. Si todo transcurre según lo esperado, las políticas de recortes y desregulación tendrán una nueva vuelta de tuerca tras esta cita electoral.