jueves, 30 de junio de 2011

Reflexiones a Bote Pronto: Día de la Exaltación de la Sodomía

    La televisión del torito azul sigue dando mucho juego. Hoy, en su programa matinal de defecación política, uno de sus más afamados tertulianos, Eduardo García Serrano, nos brindó una de sus habituales perlas. Afamado precisamente por este tipo de ejercicios de desmedida verborrea fascistoide, como no podía ser menos del que fuera redactor jefe de toda una leyenda de la dictadura fascista, el diario El Alcázar. Su mayor éxito, puntualicemos que más de público que de crítica, fue su precisa disección de las virtudes de la que por aquel entonces era Consejera de Sanidad catalana, Marina Geli. Recordemos ese momento histórico de la televisión española:


    ¡Qué magistral dominio de la lengua de Cervantes! ¡Qué excelso manejo del idioma, cual bisturí en manos de un experimentado cirujano! El pobre de García Serrano, tras hacer gala de su amplísimo vocabulario con términos tan  comedidos como “guarra”, “puerca” y “zorra repugnante”, en un momento de pasajera enajenación, fruto de la tribulación de su profunda fe cristiana causada por el repugnante fondo del asunto, se deja llevar por la excitación del momento y pronuncia un término soez como es “meneársela”. Cosa extraña en él pero, como buen católico, es consciente de su error e inmediatamente solicita el perdón de la audiencia.

    Hoy, nuestro amigo García Serrano, ha vuelto a parir otro gran momento televisivo. Hoy, cuando en todo el mundo, y especialmente en el madrileño barrio de Chueca, se celebra el Día del Orgullo Gay, el tertuliano del torito azul ha vuelto a sacar su bisturí cervantino para despojarse de eufemismos y llamar las cosas por su nombre. Para García Serrano, hoy es el Día de la Exaltación de la Sodomía… olé!!!

    Para desgracia de tan ilustre comunicador, hoy ha caído en un error. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el vocablo sodomía refiere a la “práctica del coito anal”. Seguramente, un católico practicante de tan rancio abolengo como es García Serrano, de lo cual hace gala y con razón, no llegue a comprender lo que le voy a señalar a continuación. Eduardito, hijo, el coito anal no es exclusivo de los gays, ¿comprendes? Incluso te puedo asegurar, Eduardito, que no es pecado practicar el coito con esa señora que duerme contigo sin tener una sábana con un agujerito de por medio.

    Pero seamos justos, el señor García Serrano no parece uno de esos mojigatos chupacirios. No me sorprendería que un día nos apareciera en una comprometedora escena encuerado de los pies a la cabeza, con sus impolutas nalgas al aire, mientras suplica un uso más vigoroso del látigo de siete púas. Quizás entonces vuelva a hacer gala de sus enciclopédicos conocimientos y puntualice que él siempre se consideró más gomorrita que sodomita.

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