jueves, 23 de enero de 2014

U.D.O. en Asturies el 30 de Enero


El metal en Asturies tiene un protagonista en Enero: Mr. Udo Dirkschenider!!! El mítico vocalista teutón, que se encumbró durante los años 80 y 90 al frente de Accept, aterriza por segunda vez en nuestra tierra y por segunda vez lo hace en la avilesina Sala Quattro. Xixón Rock City volverá a traspasar fronteras para cubrir el acontecimiento ya que no podemos mantenernos al margen de un evento de tal magnitud.

Una vez que Accept ha consolidado un nuevo vocalista, esta etapa ha quedado definitivamente atrás para Dirkschneider. Ahora ya centrado totalmente en su propia banda, U.D.O. llega para presentar su último trabajo “Steelhammer”, que hace el decimocuarto en estudio de su carrera. Y lo hace acompañado de los también alemanes Black Blitz. A buen seguro será uno de los acontecimientos más señalados para el metal asturiano durante 2014.

La entradas costarán 22€ anticipadamente y 25€ en taquilla. La apertura de puertas está programada para las 21:00.

lunes, 20 de enero de 2014

Reflexiones a Bote Pronto: ¿Podremos?

La izquierda española lleva unos cuantos días en estado de agitación. Tras la aparición de rumores que situaban al mediático politólogo Pablo Iglesias al frente de una candidatura a las elecciones europeas, éste acabó por confirmar su disposición a tal operación y el viernes presentó su proyecto. Desde ese momento, el conjunto de la izquierda comenzó a tirarse los trastos a la cabeza, casi siempre con sus habituales fines cainitas pero también hubo algún que otro caso que mostraba inclinaciones maritales.

Las críticas se cruzaron con muy ajustado tino pero también con la habitual dureza que solemos utilizar con el discrepante más cercano. Comenzando por los protagonistas, que aseguraban que su obligado “paso al frente” se debía al anquilosamiento de las burocratizadas estructuras de Izquierda Unida. Y siguiendo por éstos (o algunos de ellos), quienes señalaban la dependencia que tiene el proyecto “coleta” de un liderazgo creado mediáticamente, lo que entra en contradicción con lo supuestamente participativo y asambleario de lo que viene a ofrecer.

Mucho se podría hablar (y mucho he hablado, no lo niego) de las deficiencias de Izquierda Unida (de la que soy miembro sin ninguna responsabilidad orgánica) como movimiento político y social y de sus mermadas conexiones con los movimientos sociales. Igualmente, hasta la extenuación podríamos analizar (también lo he hecho, tampoco lo niego) las verdaderas razones que han llevado a mi viejo camarada, con el que compartí asiento en el Comité Federal de la UJCE hace ya unos cuantos años, a dar este paso. Pero no es mi intención embarrar más la cancha. Me quedaré en certificar la necesidad que tiene Izquierda Unida de repensar muchas cosas a nivel interno y externo, así como lo curtido en mil batallas que está Pablo Iglesias, tanto como para saber que está jugando con un pie a cada lado de la frontera orgánica.

Situémonos donde nos situemos en esta partida, gústenos o no nos guste la operación “coleta” y la realidad interna de la aún primera organización de la izquierda transformadora, hemos de superar los ánimos cainitas con los que la izquierda nos solemos autozancadillear. Acertado o no Pablo Iglesias y su Podemos, y correcta o no la gestión de Cayo Lara al frente de Izquierda Unida, ambos tienen el derecho de intentarlo y errar, sin que ello suponga la liquidación inmediata de dos líderes consolidados de la izquierda trasformadora del país. Tengo mi propia valoración al respecto pero, en esta ocasión, me la voy ahorrar. Para no embarrar aún más la cancha, como decía, pero, especialmente, porque dudo que haya alguien, con cierta trayectoria militante en la izquierda, que no atesore un buen número de errores a sus espaldas, empezando por mí mismo. Por tanto, asumamos que estamos obligados a hacer política en escenarios que no elegimos. Ese es el primer paso para no volver a errar.

A partir de aquí, el debate anterior me interesa poco más que para los sesudos análisis de correlaciones de fuerzas internas a la hora del café. Entretenidos, sí, pero políticamente poco prácticos salvo para la fontanería interna… que haberla hayla, mucha y por doquier. Pero el momento histórico exige dejar de lado a los fontaneros (que muchas veces han determinado el devenir político de las organizaciones) y poner al mando a verdaderos estrategas políticos. Y ahí es donde entro con mis exigencias, tanto al mediático Pablo Iglesias y demás “tuerkas” que le acompañan, como al conjunto de dirigentes y estructuras de Izquierda Unida y de sus organizaciones integrantes, especialmente al PCE.

La izquierda de este país tiene una oportunidad histórica que probablemente tarde mucho tiempo en volver a darse. La ruptura de los consensos que más o menos regían el devenir de esta democracia demediada, dinamitados unilateralmente por una oligarquía dependiente de intereses foráneos, nos lleva de cabeza a la consolidación de una suerte de dictadura constitucional que convierte en papel mojado los derechos sociales y laborales que tanto costó conseguir. La oligarquía europea ha promulgado el final de la era en la que se veía obligada a cierto reparto de la gigantesca plusvalía que sustrae y, para llevar hasta sus últimas consecuencias su proyecto neoliberal, ha declarado la guerra a la clase trabajadora y a los sectores populares, comenzando por el rapto de la soberanía nacional. Con este panorama, nuestras fuerzas deberían crecer vertiginosamente.

Sin embargo, esta guerra hoy, en este momento histórico, es más desigual que nunca. Organizaciones políticas y sindicales jibarizadas y más cuestionadas que nunca por amplios sectores populares, organización social de la izquierda bajo mínimos (a pesar de que las “mareas” dejen intuir cierta recuperación), mantenimiento de la conciencia de derrota ideológica, hegemonía cultural de la derecha con diferentes grados de conservadurismo, etc… Esta sucesión de desgraciadas realidades son la descripción de un ejército en desbandada que no sabe siquiera dónde y cómo replegarse.

Mi exigencia a unos y a otros es que pongan fin a las batallas cainitas y a la desbandada de nuestras filas. Su obligación es ser capaces de sentarse en una mesa y, en torno a un programa cuyas grandes líneas cualquier militante de la izquierda puede esbozar en media tarde, presentar un proyecto de convergencia para unir al conjunto de la izquierda. Para ello hay que desterrar el inmovilismo, pero también la tentación de despreciar todo el legado organizativo de la izquierda o idealizar la novedad por el mero hecho de serla. En definitiva, superar los egos de los respectivos liderazgos y, con voluntad de diálogo y compromiso, organizar ya no la resistencia, sino la victoria. En ese propósito me encontrarán… a mí y a muchos otros.

martes, 14 de enero de 2014

Comunicación para la transformación social

(Versión en castellano del artículo "Comunicación pa la tresformación social" publicado en asturiano en la revista "Otru Valor")

La política de comunicación es algo vital para una organización política. Aquello que no se comunica es como si no existiera y lo que se comunica mal puede actuar en sentido contrario a su verdadera intención. Esto cobra mayor importancia en Izquierda Unida, ya que nuestro proyecto político transformador no cuenta con las prebendas de los grandes medios de comunicación del bipartidismo. Ello nos obliga a cuidar sobremanera la forma en la que nos dirigimos a la sociedad y, especialmente, a los sectores más desfavorecidos: parados, precarios, jubilados, mujeres, jóvenes, etc…

La llamada sociedad de la información ha alumbrado nuevos medios y tecnologías de la comunicación que nos permiten una mejor y más efectiva difusión de nuestra propuesta. Ciertamente, seguimos en desventaja con los grandes medios de comunicación, pero internet supone un ámbito a través del cual dar la batalla en mejores condiciones.

La existencia de esta tecnología y la gran extensión de su uso de hoy día, suponen el fin de las excusas para que nuestros afiliados y simpatizantes no conozcan las elaboraciones y la actividad de Izquierda Unida. Igualmente, debería hacerse del conocimiento y uso básico de internet un compromiso militante, para el cual la organización pone a disposición sus recursos humanos y materiales. De esta manera, cada persona vinculada a la organización puede y debe convertirse en un altavoz más de la propuesta política transformadora que ofrece Izquierda Unida también en el ámbito digital, en donde deberemos prestar especial atención a las redes sociales y a su efecto viral. Estos espacios nos permiten extender y profundizar nuestra relación con los movimientos sociales, con los que estamos obligados al diálogo constante para enriquecer nuestra propuesta política.


Pero no sólo debemos estar atentos al medio, también al formato. La clase magistral, en la que los temas se abordan de manera extensa, profunda y académica, se revela contraproducente. Aún tiene sus virtudes pero entre ellas no está el ser una construcción atractiva para la gran mayoría de la sociedad a la que pretendemos llegar. En la medida de lo posible, hemos de potenciar los formatos audiovisuales que, con ritmo ágil y estética atractiva, incrementan la efectividad del mensaje. Y es que, si estamos en una batalla desigual, al menos, no desechemos las armas más potentes a nuestro alcance.

lunes, 13 de enero de 2014

Comunicación pa la tresformación social

La política de comunicación ye daqué vital pa una organización política. Lo que nun se comunica ye como si nun esistiera y lo que se comunica mal pue actuar nel sen contrariu al so braeru envís. Esto tien mayor importancia n’Izquierda Xunida porque’l nuesu proyeutu políticu tresformador nun tien les ventayes de los grandes medios de comunicación del bipartidismu. Ello oblíganos a curiar sobremanera la forma na que nos dirixir a la sociedá y, especialmente, a les estayes más desfavorecíes: paraos, precarios, xubilaos, muyeres, mocedá, etc…

La llamada sociedá de la información allumó nuevos medios y teunoloxíes de la comunicación que nos dexen  un meyor y más efectivu espardimientu de la nuesa propuesta. Bramente, siguimos en desventaxa colos grandes medios de comunicación, pero internet supón un ámbito al traviés del que dar la batalla en meyores condiciones.

La esistencia d’esta teunoloxía y lo que s’usa anguaño, suponen el fin de les sides pa que los nuesos afiliaos y simpatizantes nun conozan les ellaboraciones y l’actividá d’Izquierda Xunida. Tamién, habría de facer de la conocencia y usu básicu d’internet un compromiso militante, pal que la organización pon a disposición los sos recursos humanos y materiales. D’esta manera, cada persona venceyada a la organización puede y tien de convertise nun voceru más de la propuesta política tresformadora qu’ufierta Izquierda Xunida también nel ámbito dixital, onde tendremos de poner especial procuru a les redes sociales y al so efeutu viral. Estos espacios déxennos estender y afondar na nuesa relación colos movimientos sociales, colos que tamos obligaos al diálogo de contino p’arriquecer la nuesa propuesta política.

Pero amás de tar sollertes al mediu, también tenemos que lo tar al formatu. La clase maxistral, na que se fala de los temes de manera estensa, fonda y académica, revélase contraproducente. Entá tien les sos virtúes pero ente elles nun ta’l ser una construcción atractiva pa la gran mayoría de la sociedá a la que pretendemos llegar. Na midida lo posible, hemos de potenciar los formatos audiovisuales que, con ritmu axilosu y estética curiosa, aumenten la efectividá del mensaxe. Y ye que, si tamos nuna batalla desigual, siquier, nun refuguemos les armes más potentes al nuesu algame.

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