En el post de hoy cambio el
registro, cosa que suelo hacer en muy contadas ocasiones. Pero es que este
blog, como reza bajo su título, contiene “análisis políticos y sociales… y más
cosas”. Pues bien, hoy es un día para esas “más cosas”. Por supuesto, hay una
razón de peso que la gran mayoría de mis escasos lectores no compartirán, pero
es que nadie dijo que la gestión de este blog fuera democrático. Es más, es
dictatorial, personalista, ególatra y alimenta el culto a la personalidad de su
administrador… yo mismo. Nada nuevo, esto pasa en todos los blogs personales,
la diferencia es que el administrador de este blog reconoce públicamente la
metodología de gestión, cosa que espero mis lectores sepan valorar.
Pues bien, como decía, hay una
razón para que el post de hoy cambie el registro habitual. Y es que el pasado
día 6 mi banda favorita, Accept, ha sacado nuevo álbum y no podía dejar de
hacer referencia a tan significado acontecimiento. Wolf Hoffmann, Peter Baltes,
Herman Frank, Stefan Schwarzmann y Mark Tornillo vuelven a la carga con el
decimotercer álbum de estudio de la banda teutona… y esta es mi crítica:
Tras un par de sosegadas escuchas
de Stalingrad, el nuevo álbum de Accept, la conclusión es... lo han vuelto a
hacer!!! Quizás con un poco menos de acierto que en su grandiosa reaparición de
2010 con Blood of the Nations, pero vuelven a demostrar que, 33 años después de
su primer álbum, aún tienen mucho que decir. Aquí volvemos a tener a los Accept
que nos entusiasmaron en los 80 con renovadas fuerzas, con sus típicos coros y
sus épicos medios tiempos, profundizando en las ideas de su anterior trabajo y
sin experimentar rarezas que en el pasado les llevaron al fracaso. Mark
Tornillo vuelve a ser un dignísimo sustituto de Udo Dirckshneider y la figura
de Wolf Hoffmann cada día se hace más grande, mostrándose como ideólogo
absoluto de los Accept de hoy. Sus guitarras son todo un ejemplo de técnica,
inspiración, clase y virtuosismo, por el cual, en algún momento, parece tentado
de dejarse llevar, pero que logra controlar. Ideólogo y también líder
incontestable... quizás todo lo incontestable que debería haber sido en épocas
anteriores, cuando todos otorgábamos ese título a Udo, ahora creo que de forma
errónea. Visto lo visto, oído lo oído, ya es hora de que el mundo del metal
reconozca la grandísima aportación de Mr. Wolf Hoffmann. Disfrutad con el primer single de Stalingrad!!!
No conocia a Accept, muy bueno...
ResponderEliminarPues hay grandes álbumes que hay que conocer: Balls To The Wall, Metal Heart, Breaker...
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