La Casadiella Deja de Ser Rentable en el Tete Chigre

    La crisis económica internacional y el constante ataque de los mercados financieros a la economía española, acaba de repercutir en el ilustre Tete Chigre. Ayer, en medio de una nueva jornada pésima para el IBEX 35 y en plena crisis diplomática con Argentina, un nuevo golpe al ánimo de la españolidad clausuró una de las jornadas más negras de nuestra reciente historia. Minutos antes de la hora de cierre del Tete Chigre, el rector del establecimiento daba la triste noticia a la clientela que, como es habitual, abarrotaba el local. “La casadiella ya no es rentable en el Tete Chigre”, declaraba Sir Tete, a la vez que anunciaba su inminente retirada de carta. 

    Según Sir Tete, el actual proceso inflacionista al que están sometidas las materias primas que componen la famosa casadiella en cualquiera de sus variantes, está siendo repercutido sobre los minoristas, haciendo imposible el mantenimiento de los “precios populares” de los que siempre ha hecho gala su negocio. Inmediatamente, los corrillos y debates se reprodujeron por barra y mesas del Tete Chigre, intentando desentrañar el estremecedor fenómeno que se acababa de manifestar. Es bien sabido que el Tete Chigre es frecuentado por ilustres economistas, politólogos de prestigio, filósofos creadores de escuela, coachs ejecutivos, dirigentes políticos respaldados por masas ingentes, estrellas del rock que han girado por los 5 continentes, cantautores cuyos poemas han sido traducidos a decenas de idiomas, incluso pilotos profesionales que se dejan ver con sus lujosos descapotables. Como no podía ser de otra manera, las teorías no tardaron en aparecer. 

    “Los capitales dedicados a la especulación han trasladado su actividad desde los sectores vinculados al ladrillo hacia la materia prima tradicional”, aseguraba uno de los habituales economistas del Tete Chigre. “Por si esto fuera poco, el expolio de YPF ha causado un incremento espectacular del precio del látex que se utiliza para fabricar los guantes con los que se manipulan las almendras, lo que además causará un inminente repunte de la natalidad”, añadió. 

    En un tono más melancólico a causa del impacto de la noticia, también desde el mundo de las artes se refirieron al asunto. Mientras aún sonaban en el ambiente los acordes de su último álbum con el que el Tete Chigre estaba amenizado en ese momento, un cantautor allí presente declaraba: “esta es la más brutal fuente de inspiración que he tenido. Mi próximo álbum será el más oscuro de mi carrera”. Así, dejaba bien a las claras que este acontecimiento hará mella también en la cultura nacional e internacional. 

    Incluso ya ha habido reacciones desde el ámbito político. Las organizaciones nacionalistas asturianas, incluida la nueva formación PCPA, analizaron lo sucedido como “un claro ataque contra la cultura asturiana orquestado por los mercados financieros, con la banca alemana y Ángela Merkel a la cabeza”. Aseguraron que, de inmediato, iniciarán un proceso movilizador que tendrá su pistoletazo de salida con un reparto masivo de casadiellas en el partido de mañana entre el Barcelona y el Real Madrid, “buscando la repercusión internacional que merece este expolio cultural”, declararon. 

PELIGRAN LAS ESTRELLAS MICHELIN Y RUMORES DE FRAUDE 

    La noticia corrió como la pólvora y rápidamente el staff de la Guía Michelín se hizo eco del asunto. “De forma inmediata, un equipo interdepartamental de consultores, críticos gastronómicos y especialistas en gestión hostelera se deplazará al Tete Chigre con el fin de evaluar la situación”, aseguraba Aitor Tilla, Director de Comunicación de la guía. “La casadiella fue el argumento principal y casi único que determinó la máxima calificación de nuestra publicación, por lo que su ausencia hará prácticamente imposible mantener el Tete Chigre entre nosotros”, declaró con gesto contrariado. 

    La nota discordante vino desde uno de los mayores competidores y enemigo declarado del Tete Chigre. “Esto es una operación publicitaria con el único objetivo de acaparar la atención de los medios”, aseguró Ferrán Adrià con indisimulada hostilidad. Ríos de tinta corrieron en su día en la ya histórica y agria polémica suscitada en el XXXV Certamen Gastronómico Internacional de Nueva York, en el que su “Casadiellus Deconstrutis” salió derrotada con un segundo puesto ante la tradicional casadiella del Tete Chigre. “Debería taparse la calva con una boina y utilizar botas de madera”, llegó a declarar por aquel entonces Adrià, contrariado por la derrota de su innovadora y modernísima propuesta. 

    En todo caso, la situación es preocupante. Uno de los mayores referentes culturales de Europa occidental, reserva espiritual del proletariado internacional y refugio de la intelectualidad más inspiradora, está a punto de perder una de sus señas de identidad. En todos nosotros quedarán para siempre los recuerdos de las animadas tardes de debates, de constante alumbramiento de ideas y de infinita fuente de inspiración que en torno a una casadiella se generaban en el Tete Chigre. Y todo por el módico precio de 60 céntimos de euro. Las generaciones futuras no podrán más que escuchar las historias de un brillante pasado que sucumbió ante un capitalismo decrépito, que en sus últimos coletazos también se llevó lo mejor de nuestro Tete Chigre. Al menos, sepamos mantener lo que aún nos une y mantengamos vivo el recuerdo de lo que se ha ido, en un último pero permanente homenaje a la ya extinta casadiella del Tete Chigre.