lunes, 4 de junio de 2012

España: Huelga Indefinida en la Minería del Carbón

España vive una huelga total en la minería del carbón a causa de los ajustes en las ayudas públicas. El endurecimiento de las movilizaciones ha causado graves enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios. Observador Global habló con uno de los mineros españoles.



Hoy ha dado comienzo la huelga general indefinida en la minería del carbón española. Tras dos semanas de conflicto y cuatro días de huelga, las negociaciones entre las organizaciones sindicales y el Ministerio de Industria han sido infructuosas, situando a las partes en posturas muy distantes. Por ello, los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT) han decidido endurecer la protesta llamando a la minería a la huelga general indefinida.

El conflicto surge a consecuencia de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado en los que el Gobierno de Mariano Rajoy realiza un recorte de 27300 millones de euros. Este duro ajuste también tiene su traslación a las ayudas a la minería del carbón con una reducción de un 64%, pasando de 703 millones de euros, pactados entre ministerio y sindicatos, a 253 millones.

Este ajuste se concreta en un recorte del 63% en la ayuda a las explotaciones (de 301 millones a 111), del 39% en infraestructuras (de 167 a 102), del 77% en proyectos empresariales (de 167 a 39), del 96% en formación y becas (de 56 a 2) y del 100% en seguridad minera (de 12 a 0).

Tras la reunión mantenida el día 30, los sindicatos aseguraron que el Ministerio de Industria “se mantuvo inamovible” en una postura que conduce “irrevocablemente al cierre de la minería del carbón y al abandono a su suerte de las comarcas mineras”, lo que podría suponer la pérdida de más de 25000 puestos de trabajo directos e indirectos. Sin embargo, el Ministro de Industria José Manuel Soria se manifestaba ayer “totalmente abierto al diálogo” y aseguraba que “la cuantía del ajuste del sector del carbón es similar a la cantidad prevista y no ejecutada en 2011”.

DUROS ENFRENTAMIENTOS CON LAS FUERZAS ANTIDISTURBIOS

De esta manera, al Gobierno de Mariano Rajoy se le abre otro grave frente de conflicto que se suma a los muchos que hoy ya tiene. Y ve como las portadas de la prensa nacional vuelven a abrir con imágenes de graves conflictos, algo que siempre quiso evitar.

Las protestas están siendo especialmente duras en Asturias (norte), una región de amplísima tradición minera y en la cual este sector sigue teniendo gran peso en la economía de algunas comarcas. Así, en estas últimas dos semanas, han sido frecuentes los cortes de las principales vías de comunicación internas y de la autopista que une Asturias y Castilla-León. En una escalada de conflictividad, la acción de las fuerzas policiales tuvo respuesta por parte de los mineros, produciéndose verdaderas batallas campales en vías de comunicación y montes adyacentes.

Es de esperar que, a partir de hoy y ante el endurecimiento del carácter de la huelga, los choques entre mineros y policía se incrementen en cantidad y crudeza. Incluso ayer mismo, durante la protesta que llevó a Madrid a más de 10000 personas vinculadas con la minería, se produjeron altercados que se saldaron con varios heridos y detenidos.

La decisión con la que encaran los mineros el conflicto la refleja Lisardo Suárez, minero asturiano, quien declaraba para Observador Global que “estamos dispuestos a continuar esta lucha hasta que haya una solución que garantice nuestro puesto de trabajo y el futuro de nuestros hijos”. Y se mostraba especialmente molesto con otras medidas que está adoptando el gobierno de Mariano Rajoy: “es curioso como el Gobierno entrega 23500 millones de euros para salvar Bankia y nos niega 156 millones, con el agravante de que ya estaban consignados en el Plan General de la Minería 2006-2012”.

Indudablemente, la minería del carbón española es insostenible sin ayudas públicas, ya que hoy día al país le sale más barato importar carbón que producirlo. Pero la enorme dependencia energética que tiene España con respecto del gas y del petróleo foráneo, obliga a mantener una actividad que pueda suponer una alternativa energética ante posibles cambios en el inestable mercado energético internacional. Sobre todo cuando los expertos aseguran que los costes de cierre y una eventual reapertura de los pozos mineros en un futuro, serían muy superiores al coste de mantenimiento de las actuales explotaciones. A pesar de ello e independientemente de cómo se solucione el actual conflicto, la Unión Europea exige el fin de toda ayuda en 2018 y, por tanto, el cierre de todos los pozos que no sean rentables.

EL DECLIVE INDUSTRIAL DE ASTURIAS

En Asturias es donde más radicalidad están tomando las movilizaciones y Suárez nos explica el porqué. Según sus palabras, “está en juego no sólo el futuro de los trabajadores de la minería sino el futuro de Asturias, ya que la minería continúa siendo un pilar importantísimo de la economía asturiana”. Y así es, quizá ya no tanto como antaño, pero en determinadas comarcas de la región la desaparición de esta actividad supondría su ruina total.

Asturias fue durante gran parte del siglo XX uno de los motores industriales de España, asentada fundamentalmente sobre su importantísima industria siderúrgica, un fuerte sector de construcción naval y las mayores explotaciones de carbón del país. Pero las políticas económicas e industriales desarrolladas a partir de los años 70, primero con el objetivo de conseguir la entrada de España en la antigua Comunidad Económica Europea y después por imposición de las propias instituciones comunitarias, significaron un proceso de desindustrialización al que no se ha dado alternativa.

Así, la minería del carbón ha pasado de tener más de 52000 trabajadores en Asturias a mitad del siglo XX, a contar con poco más de 3000 en este momento. También la privatización de la industria siderúrgica ha supuesto la desaparición de miles de puestos de trabajo, al igual que ocurrió con el desmantelamiento del sector naval, que causó que en la bahía de Gijón hoy sólo permanezca activo uno de los siete astilleros que llegaron a existir. A estos puestos de trabajo perdidos habría que sumar la desaparición de muchos miles más de carácter indirecto.

Frente a esto, en ningún momento se ha sido capaz de ofrecer una alternativa industrial a la región, invirtiendo las ayudas de la Unión Europea en infraestructuras y equipamientos que en muchos casos han sido de dudosa rentabilidad. La única alternativa que se ha dado es la que la Unión Europea ha diseñado para España: el desarrollo turístico. Pero las condiciones climáticas de Asturias limitan enormemente sus posibilidades.

Así las cosas, las movilizaciones mineras en Asturias son mucho más que la defensa de los puestos de trabajo. Parecen ser el grito de toda una región que lleva más de 30 años de crisis industrial, lo que ha empujado a su juventud hacia la emigración y ha convertido Asturias en una de las regiones más envejecidas de toda Europa.

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