¡Qué ganas tenía de
ver a este cuarteto sueco sobre el escenario! Hace unos años los descubrí en las
pantallas de un “infernal” garito metalero gijonés y desde el primer momento me
parecieron llamados a hacer grandes cosas… y en el camino están. Lo están
porque son grandes músicos, porque su frontwoman es un portento vocal, porque
cada uno de sus cuatro álbumes mejora el anterior y porque la actitud con la
que salen al escenario disipa al instante las pocas dudas que podría tener
cualquier asistente a una de sus descargas. Así que apuntad dos nombres que estarán
muy alto a no mucho tardar: Sister Sin y su frontwoman Liv Jagrell.
Pero antes de que los
suecos salieran a escena, los asturianos Kursk fueron los encargados de
calentar motores. Juanchi y compañía ofrecieron un buen espectáculo que
demuestra que pueden hacerse un hueco importante en el mundillo, con una
fórmula asequible para gran parte del público. Entre otros temas, interpretaron
“Vida Nueva”, “Entre Rejas”, “Pesadilla”, “Cada Día” y los covers “Rockin’ In A
Free World” de Neil Young y “Shoot To Thrill” de AC/DC, con la que concluyeron
para dar paso a Sister Sin. Algún que otro desajuste en la interpretación de
los temas es la única pega que puede ponérseles. Pero el camino que se han
marcado creo que puede reportarles y reportarnos grandes experiencias.
Y por fin se vio
cumplido mi deseo personal. Con “End Of The Line”, el single de su último
trabajo, Sister Sin se presentó sobre el escenario ante un público escaso pero
muy entregado, que estalló en gritos de adoración cuando Liv Jagrell irrumpió
para comerse el escenario. Lo hizo de tal manera, con tanto vigor y actitud,
que parecía imposible que aguantara así todo el concierto. Pero los temas iban
cayeron y el derroche físico no decaía ni tampoco sus cuerdas vocales,
sometidas un duro esfuerzo. No creo que haya escenario tan grande como para que
Liv no pueda llenarlo por si sola.
Sister
Sin llegaba a Gijón como última parada de su gira española antes de saltar a
tierras británicas, presentando su grandísimo álbum “Now And Forever”, del que
interpretaron, además del mencionado single, “Fight Song”, “The Chosen Few”,
“Hearts Of Cold” y “Shades Of Black”. Mención especial tiene la interpretación
de su balada “Morning After”, para la que Liv se quedó en el escenario con la
única compañía del bajista Andreas Strandh que, para este tema, se hizo cargo
de los teclados. Si la capacidad vocal de Liv ya era evidente, llegado este
punto los allí presentes quedamos boquiabiertos con la versatilidad y belleza
que mostró.
Interpretaron
dos covers que vienen a evidenciar algunas de sus influencias. “24/7” de
U.D.O., incluida en su álbum “True Sound Of The Underground” y que ya les valió
más de un elogio en su momento, y “Make My Day” de Motörhead. De sus anteriores álbumes pudimos escuchar “One Out Of
Ten”, “Outrage”, el temazo “On Parole”, “Beat ‘Em Down”, “Sound Of The
Underground” y “Better Than Them” con la que cerraron.
La
profesionalidad con la que se plantan en escena las bandas nórdicas es
encomiable y Sister Sin no fue menos. No solo por la actitud y esfuerzo físico
que mostraron, sino porque no consigo recordar una sola nota que no estuviera
en su sitio. Hay que estar agradecidos por el espectáculo ofrecido por Liv,
Andreas, Dave Sundberg a la batería y Jimmy Hitula a la única guitarra, que no
se dejaron influenciar por el escaso público congregado, que rondaría el
centenar de almas. Eso sí, un público entregadísimo y agradecido, pero que no
vio colmados todos sus deseos a pesar de pedir insistentemente la vuelta a
escena de los suecos.
Satisfecho
y agradecido por lo visto en la Sala Acapulco, especialmente porque Sister Sin recuperan
muchas de las esencias de heavy metal, me fui con la sensación de haber visto
algo único. ¿Os imagináis ver a Iron Maiden a dos metros de Bruce Dickinson? A
esa distancia de Liv Jagrell estuvimos ayer. Sister Sin llegarán muy alto,
seguramente no tanto como la banda de Steve Harris pero, llegado el día, muchos
envidiarán el haber asistido a una descarga tan cercana como la que ofrecieron
ayer los suecos. Al tiempo.