Éxito total. No puede calificarse de otra manera la noche de rock
nacional que ayer se vivió en la carpa de La Ería. Oviedo acogió a dos leyendas
vivas del rock duro estatal (Rosendo y Los Suaves) junto con la renacida banda
asturiana La Destilería, que ha venido para quedarse desde los años 90. Con
este cartel, más un sonido que ayer sí sonó a gran nivel y unos precios
asequibles (5€ anticipada, 7€ en taquilla) que son de agradecer con la que está
cayendo, todo hacía presagiar la grandísima noche que afectivamente fue.
La Destilería se encargó de “abrir fuego”, como dijo Fredy Kostia, y
lo hizo demostrando que están de nuevo sobre el escenario para dar mucho que
hablar… otra vez. Nos presentaron varios de los temas que compondrán su nuevo
álbum “La Fuga Y La Furia”, junto con clásicos del “Cree O Muere”. “Secta”,
“¿Quién Ha Matado Al Presidente?” o “Vendetta” (intro de El Padrino incluida a
cargo del bajista Roberto Castro) hicieron las delicias de los que fuimos
veinteañeros durante los 90. Pero también los nuevos temas auguran un gran
álbum cuyo máximo exponente es “Afila Tus Cuchillos”. En definitiva,
difícilmente se podría haber encontrado una mejor forma de abrir la noche para
dar paso a los gigantes del rock que estaban por llegar.
Poco antes de que el genio de Carabanchel apareciera sobre las tablas,
su nombre ya era coreado por el público que lo esperaba expectante. Algo que se
mantuvo constante a lo largo de las más de 20 canciones que interpretó. Que a
Rosendo se le quiere y mucho en estas tierras quedó muy patente. Con una
presentación muy sobria, sin estridencia alguna y casi pareciera que con cierto
nivel de timidez, el madrileño fue cociendo a fuego lento un concierto que
encandiló al público. Con profesionalidad al límite, perfecta ejecución, cierta
dosis de virtuosismo y la muy buena compañía de Rafa J. Vegas y Mariano
Montero, repasó sus grandes éxitos, dando también lugar a temas del que será su
nuevo álbum y al recuerdo de los míticos Leño.
Rosendo estrenó su paso por Oviedo con “¿A Dónde Va El Finado?” y
“Listos para la Reconversión”, que fueron recibidas con gran ovación, para
luego pasar a interpretar la divertidísima “Cosita”, poniendo una sonrisa en
las caras de los presentes recordando las andanzas de la prima Elena. Con
“Vergüenza Torera” y “Al Lodo Brillo” presentó un adelanto del nuevo trabajo,
para luego seguir desgranando temas, destacando la mirada atrás hacia Leño con
“¡Qué Desilusión!”, muy celebrada entre el público.
Poco a poco, tema a tema, se iba acercando el grandioso final. El
legendario “Flojos de Pantalón” acercó al público al éxtasis. Tras “Pan De
Higo”, el de Carabanchel se despidió sinceramente “Agradecido” por la entrega y
el cariño de los allí congregados. Pero la cosa no se quedó ahí y Rosendo tuvo
que volver para ya sí concluir con “… Y Dale!”, “Navegando” y un nuevo guiño a
Leño con “Maneras de Vivir” que volvió a extasiar en La Ería.
Ayer, Rosendo volvió a demostrar que sigue con mucha fuerza y que aún
dará guerra durante muchos años. Pero estaba claro que los protagonistas
máximos de la noche eran Los Suaves y, poco antes de salir a escena, la carpa de
La Ería rozaba el lleno. Como viene siendo habitual, los Yosi, Charlie, Cereijo
y demás, irrumpieron sobre el escenario con la fuerza del “Preparados Para El
Rock’n’Roll”. Y sí, allí todo el mundo estaba preparado. Ya sabemos lo que
ocurre en cada concierto de los orensanos y esta vez no fue menos. El público
cantó hasta la extenuación todas y cada una de las canciones que ofrecieron. Y
es que cada vez es más difícil catalogar uno de sus temas con una etiqueta
diferente a la de clásico. Tras “Cuando Los Sueños Se Van”, “Palabras Para
Julia” y “Maldita Sea Mi Suerte”, Yosi se dirigió a alguien de primera fila del
público para ordenarle: “coge de la mano a tu chica y dile lo que yo no fui
capaz de decirle a una chica hace mucho tiempo”. Así dio paso a “Si Pudiera”.
Y siguieron cayendo temas. Y el público siguió cantando. Y Yosi siguió
dando el espectáculo al que nos tiene habituados, afortunadamente ayudado por
una buena sonorización que facilitó su trabajo. “Por Una Vez En La Vida”,
“Viajando Al Fin De La Noche”… y tras las aclamadísimas “Pardao” y “Malas
Noticias”, Yosi presentó la que calificó como “la canción más triste”: “Cuando
La Música Termina”. Alguien a mi lado le replicó: “Pero Yosi, ¿qué canción tuya
no es triste?”
Con “Dulce Castigo” y la legendaria “Dolores Se Llamaba Lola”, con la
que Yosi nos recordó que “una canción no es canción hasta que la canta el
pueblo”, el gato negro se despidió convocándonos a tomar algo en las fiestas de
la capital. Pero no tardaron en volver con un bis en el que interpretaron “San
Francisco Express”, “El Afilador”, la perfecta despedida del “Ya Nos Vamos” (presentada
con un Puxa Asturies) y una absolutamente brutal interpretación de “La Noche Se
Muere”. No es ninguna noticia decir que Alberto Cereijo es uno de los más
grandes guitarras que ha parido este país y ayer lo volvió a demostrar. Lo hizo
durante toda la actuación pero, especialmente, en su punto final.
El telón se bajó en torno a la 1 de la mañana y el satisfecho público
comenzó a abandonar la carpa de La Ería. Los comentarios de los asistentes
revelaban voces rotas por el esfuerzo de acompañar a Yosi en la interpretación
de los temas. Mucho tiempo se lleva especulando sobre el final de Los Suaves
pero ayer Yosi aseguró que “volverían”. Esperemos que sea así, que sea pronto y
que sea en alguna otra festividad local en la que el rock tenga cabida.
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