miércoles, 27 de abril de 2011

Nacionalización Ya!!!


            Uno tras otro los gobiernos de toda Europa aplican el mismo recetario contra la crisis. Instalados ciegamente en el paradigma neoliberal son incapaces de vislumbrar la más mínima posibilidad de alternativa a los dictados de la oligarquía financiera. Aquellos quienes crearon la actual crisis pretenden imponer sus recetas a los pueblos europeos a través de los respectivos gestores gubernamentales.

Lo mismo sucede en España, donde la política neoliberal es la única salida que el gobierno Zapatero es capaz de ofrecer. Así, los recortes sociales han tenido su más alto logro en el brutal saqueo de las pensiones. Y ahora se prepara el asalto a uno de los últimos resquicios de control financiero por parte del Estado. La privatización de las cajas de ahorro será una claudicación más que apuntalará el gobierno privado sobre la economía española.

            El discurso neoliberal se nos presenta como el único viable, al respecto del cual caben poco más que matizaciones sobre las que se modela una farsa de confrontación política de los candidatos a gestionar el Estado neoliberal. Pero existe alternativa sobre la que construir un modelo económico basado en principios radicalmente diferentes, en definitiva, sobre la que comenzar a construir el porvenir socialista.

            El grado de deterioro al que ha llegado la economía mundial es fruto del descontrol generado por un sistema financiero basado en la rapiña voraz. La única manera efectiva de acabar para siempre con este modelo es poner los mecanismos financieros al servicios de los intereses del pueblo. Por ello, la apuesta por la nacionalización de la banca hoy es más urgente que nunca, como primer paso para la transformación de los pilares de la economía.

            No nos confundamos con posibles estatizaciones parciales y/o temporales que algunos Estados han llevado a cabo en estos tiempos de crisis. Su único fin es sanear con dinero público las deudas privadas de la oligarquía, para después devolver el control. Nos referimos a una nacionalización que ponga los recursos financieros del país a trabajar planificadamente en el desarrollo de todos los sectores productivos en pro del bienestar general.

            Es evidente que esta medida es incompatible con la permanencia en la estructura imperialista de la Unión Europea, cuyo desmantelamiento es imprescindible para que los pueblos de Europa recobren su soberanía. Y en paralelo con la banca, deberán nacionalizarse los sectores estratégicos que permitan definir el futuro desarrollo de la economía del país. El amplio control del transporte, la energía y la comunicación son la base sobre la que ha de comenzar a erigirse una política económica planificada que nos aparte del descontrol de los mercados. Sólo será un comienzo pero habremos empezado a transitar por una vía hacia el socialismo.

jueves, 7 de abril de 2011

Reflexiones a Bote Pronto: Leo Bassi... Bufón!!!


Ayer, en el Teatro Filarmónica de Oviedo, tuve el honor de asistir a la representación de la obra “Utopía” a cargo de bufón italiano Leo Bassi. Un bufón en toda la extensión de la palabra, no hay otra manera de definir a esta persona de tan baja, pero urgullosa, estirpe. Para desinformados y desinformadores, aclaro... el termino bufón no es un insulto en la persona de Leo Bassi, ni debería serlo aplicado a cualquier otra persona. Más bien se trataría de todo un elogio a la inteligencia y la valentía de aquel que, desde la base de la pirámide social, es capaz de analizar, desentrañar, criticar y luchar contra el orden establecido mediante la risa y la mofa. Y todo ello, nada más y nada menos, que situado frente al poder omnímodo que puede acabar con uno en un instante.

 Así eran los antiguos bufones cortesanos y así es Leo Bassi. De ahí que el ultracatolicismo y la ultraderecha españoles, puntas de lanza de poderes más sombríos, vean en él la mismísima representación del mal, la herejía y la blasfemia, contra la que vale la pena luchar hasta la consecución del silencio, la cárcel o incluso la muerte. Tan es así que el arte irreverente de este genio italiano es contestado con amenazas, denuncias y hasta bombas.

            La obra de ayer es una crítica feroz a la realidad actual y un llamado a la conciencia de los “bassis” del mundo a la rebeldía, al optimismo y a la esperanza en un mundo mejor. Un ataque total y sin condiciones al capitalismo imperante que ha creado la peor crisis económica de su historia y lleva al planeta a la destrucción medioambiental. Pero también es una crítica al conjunto de la izquierda, que es incapaz de ganar posiciones en un momento histórico en el cual debiera estar llamada a pelearle el poder a las grandes corporaciones transnacionales. Bassi achaca esto a que hemos perdido la “pasión”. No creo que la falta de pasión será la única causa, posiblemente ni siquiera sea la más importante, pero seguro que algo de ello hay. Quizás porque los “bassis” del mundo desarrollado nos creamos que ya no somos tal.

            Leo Bassi aprovecha el espectáculo para hacer un pequeño homenaje a sus antepasados. Toda una saga familiar de bufones obreros e internacionalistas que se remonta a mediados del siglo XIX. Y, no podía ser de otra manera, la mejor forma de honrarles es honrando a su propio apellido, cuyo significado no es otro que “el de abajo”. Y como los “bassis” del mundo, los de abajo del mundo, tenemos que utilizar todos los medios a nuestro alcance para la lucha, queda claro que estamos ante una obra que es un arma de acción política.

            La forma con la que Bassi aborda la realidad es una bocanada de aire freso. Muy recomendable para todo aquel que abandone las estrecheces de miras y esté dispuesto a reírse de si mismo y de sus altares, sean cuales sean estos. En este caso, la España cañí de crucifijos, yugos y flechas no verá más que otra obra irreverente y blasfema. Sin embargo, lo que ayer yo he visto, y que a buen seguro también sabrán apreciar los de esta mi baja y orgullosa estirpe, era más bien una crítica a una izquierda incapaz de reaccionar ante lo que está pasando. En definitiva, una invitación a reflexionar y a luchar.