miércoles, 7 de mayo de 2014

Iron What? traen a Xixón la magia de Iron Maiden


http://www.gijonrockcity.com/xrc-xixon/xrc-magazine-iron-what-traen-a-xixon-la-magia-de-iron-maiden_101_435.php

Esta crónica ha estado a punto de no llegar a existir. Y es que es muy difícil escribir cuando te has quedado sin palabras. Con gran esfuerzo he conseguido encontrar algunas para contaros como ayer los vallisoletanos Iron What? me dejaron boquiabierto, con poca más capacidad que para balbucear elogios y cantar como un poseso extasiado los míticos temas Iron Maiden. Y puedo asegurar que no fui el único, porque Carlos “Dickinson” Sanz y compañía se metieron a todos y cada uno de los presentes en el bolsillo desde el minuto uno.

Para aquellos que era la primera vez que nos encontrábamos con Iron What?, la cosa pintaba bien. En los días previos no hacía más que escuchar alabanzas por parte de quienes ya habían presenciado el trabajo de los vallisoletanos sobre escenario. Y al entrar en la Sala Acapulco, la cosa seguía prometiendo con un escenario en el que un par de grandes carteles con la imagen de Eddie presagiaban que el icono maideniano también tendría su protagonismo.

Tras escuchar el “Doctor Doctor” de U.F.O., Iron What? arrancó con dos grandes interpretaciones de “Moonchild” y “Where Eagles Dare”. Tras este comienzo, todo aquel que tuviera alguna duda, ya la tenía despejada. Estos tíos saben lo que hacen, tienen un respeto enorme por la obra de Steve Harris y compañía, son unos profesionales como la copa de un pino y van a hacer que lo pasemos genial!!!

Carlos “Dickinson” se tiene trabajado el personaje casi a la perfección. Ha conseguido copiar muy exitosamente la particular voz de Bruce, su gestos, su hiperactividad en escena, etc... Un desgaste físico muy meritorio. Y el resto de la banda, aunque con menos protagonismo sobre las tablas, realizan su trabajo casi a la perfección, con algunas concesiones a los gestos de los originales que te los hacen recordar en unas cuantas ocasiones. Pero es evidente que el protagonismo es de Carlos y, como el propio Dickinson original, es capaz de llenar el solo el escenario. Tanto como para que los pequeños desajustes de sonido, que pusieron a prueba nuestros tímpanos en algún momento, se minimizaran ante la calidad del espectáculo que estábamos presenciando.

Con un “¿os gusta Iron Maiden?”, Carlos “Dickinson” Sanz dio paso a “Can I Play With Madness?” seguido por “Wasted Years”, tema en el que haría su primera aparición Eddie, caracterizado como el forajido futurista de “Somewhere In Time”. Inmediatamente después, y siguiendo con un tributo muy trabajado, Carlos “Dickinson” se vistió su casaca roja y enarboló la Union Jack para interpretar “The Trooper”.

Tras “Flight Of Icarus” llegó “Heaven Can Wait”, momento en el que, ¿cómo no?, unas cuantas personas del público subieron al escenario para cantar con los vallisoletanos.

Los temas siguieron cayendo, haciendo concesiones a temas más nuevos de la banda, escogidos a la perfección como lo harían los propios Maiden para un directo. Así se escucharon “The Wicker Man”, “The Clansman” y “Brave New World”. Y el atrezzo continuó su desfile con la aparición del diablo para interpretar “The Number of the Beast” y la aparición de Eddie en un par de ocasiones más, caracterizado como el demente de “Piece of Mind” y como la momia de “Powerslave”.

A partir de aquí y hasta el final, temazo tras temazo elevando el calor de la sala a altísimas temperaturas. “The Evil That Men Do”, “Run to the Hills”, “Iron Maiden”, “Aces High”, “2 Minutes to Midnight”… Y el éxtasis llegó con “Fear of the Dark”, en la que todos nos dejamos las cuerdas vocales, y con “Hallowed Be Thy Name” y su habitual guerra de alaridos en el público.

Para cerrar eligieron “Running Free”, despidiéndose agradecidos por la entrega de un público que aún quería más. Pero el desgaste de los vallisoletanos había sido considerable y ya no se podía hacer más que agradecerles su paso por Xixón y desear que en breve vuelvan a estar por nuestras tierras.

Esta vez la concurrencia de público estuvo un poco por encima de lo que suele ser habitual en la Sala Acapulco en los eventos de metal, demostrándose que la apuesta por los vallisoletanos de los chicos de GMF Concerts ha sido todo un acierto. UP THE IRONS… WHAT?

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